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Asociaciones entre el índice dedo del pie-brazo (IDB) y la calidad de vida relacionada con la salud en las personas mayores


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Los efectos perjudiciales de la enfermedad arterial periférica (EAP) varían en su gravedad debido al progreso de la propia enfermedad, así como a cualquier factor de riesgo adicional, como la diabetes mellitus y el consumo de tabaco, aunque no todas las personas se ven afectadas de igual forma por la enfermedad ni son igual de susceptibles a padecerla.

No obstante, hay un grupo que está más afectado que el resto: las personas mayores. Una edad avanzada es un factor de riesgo no modificable de la EAP, y existen pruebas suficientes de que las personas mayores tienen más dificultades a la hora de lidiar con los síntomas, así como de realizar cambios necesarios en su estilo de vida como parte del tratamiento. Incluso está demostrada la asociación directa del IDB con la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en las personas mayores.

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En este blog, conocerá:

¿Cuáles son los efectos de un índice tobillo-brazo (ITB) y de un índice dedo del pie-brazo (IDB) bajos?

Entre los muchos métodos de diagnóstico de la EAP, la evaluación del índice tobillo-brazo (ITB) se ha convertido en el método de diagnóstico más seguro en la práctica clínica (123456).  Al ser rentable y práctico, su único equivalente comparable es el índice dedo del pie-brazo (IDB). No obstante, la evaluación del IDB suele realizarse únicamente en pacientes seleccionados en los que el ITB no resulta útil para el diagnóstico de la EAP, es decir, aquellos que padecen arterias no comprimibles (7).

Las arterias afectadas por la calcinosis arterial medial suelen encontrarse principalmente en pacientes con diabetes, artritis reumatoide y, por supuesto, insuficiencia renal (891011). Sin embargo, las arterias de los dedos del pie raramente se ven afectadas y constituyen una ubicación adecuada para medir la presión sanguínea utilizando brazaletes provistos de sensores fotopletismográficos (12). Las diferencias en el ITB, además de un valor numérico inferior tanto del IDB normal como del que se realiza para diagnosticar la EAP, acaban aquí, ya que existe una correlación entre el valor numérico, la gravedad de la EAP y muchas otras cuestiones médicas.

Un ITB bajo o incluso en el límite está asociado a mayores tasas de accidentes cerebrovasculares y de fallo cardíaco (FC), y resulta útil para mejorar la precisión de la predicción del riesgo cardiovascular más allá de la puntuación del riesgo de Framingham (FRS) (1314). Un ITB inusualmente alto (normalmente ≥ 1,30 o 1,40) también está relacionado con problemas cardiovasculares, concretamente con el riesgo de infarto de miocardio (IM) en los grupos de riesgo, pero no tiene ningún otro valor diagnóstico (15). Comparativamente, un IDB bajo es un indicador informal de la mortalidad en pacientes sometidos a diálisis y en aquellos que padecen enfermedad renal crónica (ERC), y se asocia a un mayor riesgo de sufrir nefropatía diabética y enfermedad cardiovascular (ECV) recurrente  (16, 171819). Recientemente, también se ha demostrado que un IDB bajo puede estar relacionado con la CVRS en las personas mayores.

¿Qué es la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS)?

El término calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) indica un concepto multidimensional utilizado para examinar el impacto del estado de la salud en la calidad de vida (20). De forma más práctica, los pacientes deben rellenar un completo cuestionario con preguntas referentes a su bienestar físico, además de mental y emocional. También se utilizó un cuestionario de este tipo en un estudio centrado en investigar la relación entre el IDB y la CVRS en un grupo de pacientes de edad avanzada con riesgo de sufrir problemas vasculares (21).

¿Existe una asociación entre el índice dedo del pie-brazo (IDB) y la CVRS?

La edad avanzada es un factor de riesgo de la EAP, al igual que la diabetes mellitus y el consumo de tabaco. Todos estos factores también se tomaron como criterios de inclusión en el estudio mencionado anteriormente, llevado a cabo entre enero de 2013 y febrero de 2015 en las regiones australianas de Sídney y Newcastle (21222324). Los participantes fueron seleccionados entre pacientes de seis clínicas podológicas e incluían a aquellos enfermos de más de 50 años con un historial de diabetes mellitus o de consumo de tabaco, así como a cualquier persona de más de 65 años 21). Finalmente, 100 personas, con una edad media de 70 años, participaron en el estudio (21).

Los participantes se sometieron a una evaluación del IDB, rellenaron los cuestionarios y, transcurridas 4 semanas, volvió a evaluarse su CVRS (21). Los resultados fueron reveladores, pero inconcluyentes en algunos aspectos. Los pacientes con puntuaciones del IDB inferiores tenían mayores problemas con frecuencia para desempeñar actividades sociales (21). Sin embargo, debido a la pequeña muestra de participantes y a que muy pocos de los enfermos presentaban síntomas de EAP dolorosos (es decir, claudicación intermitente), los investigadores no hallaron una correlación significativa entre los síntomas de la EAP y las actividades sociales. También observaron que el IDB es indicativo de la salud vascular de las extremidades inferiores en general y que puede verse afectado por otras enfermedades como, por ejemplo, la neuropatía periférica (21).

Otro hallazgo importante fue que existía una relación significativa entre una puntuación baja del IDB y las actividades físicas, lo que refleja problemas con el trabajo u otras actividades diarias a causa de la salud física. En otras palabras, las personas con un IDB bajo es más probable que comuniquen limitaciones en el tipo y en la cantidad de trabajo que pueden realizar. Cabe señalar que únicamente el 28 % de los participantes tenía un IDB inferior a 0,7, lo que indica una posible EAP, pero solo el 5 % de todos los participantes informó de síntomas típicos. Estos resultados llevaron a los investigadores a plantear la hipótesis de que las correlaciones encontradas podrían haber infravalorado la relación entre el IDB y la CVRS, lo que demandaba una mayor investigación (21).

Existen pruebas provisionales de que un IDB bajo está asociado correlativamente a una menor calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en las personas mayores, lo que indica que el IDB puede ser una herramienta útil para identificar a pacientes con riesgo de sufrir un deterioro de la CVRD.