La telemedicina usa la comunicación y las tecnologías de la información para poder prestar servicios sanitarios remotos. Se trata de un campo en rápida evolución con numerosas aplicaciones: puede utilizarse para intercambiar información entre el paciente y el profesional médico o únicamente entre profesionales sanitarios. Algunos de sus usos incluyen las consultas en línea, la monitorización de ciertas funciones físicas de forma remota o la facilitación de los procesos de diagnóstico y/o de tratamiento. Si es un profesional médico, este blog puede ofrecerle una información completa sobre sus formas, ventajas, retos y uso práctico en todo el mundo.
En este blog, obtendrá la siguiente información:
La telemedicina se define como «el uso de las tecnologías electrónicas de información y comunicación para ofrecer y facilitar el servicio de asistencia sanitaria cuando la distancia separa a los participantes» [1]. La propia palabra fue acuñada en 1970 por Thomas Bird a partir de la palabra griega «tele» y del término latín «medicus», que, combinados, significan literalmente «curar a distancia» [2].
La Organización Mundial de la Salud define la telemedicina como «la prestación de servicios de salud por parte de profesionales sanitarios, donde la distancia es un factor crítico, que utilizan tecnologías de información y de comunicación para intercambiar información válida con fines de diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades y lesiones, así como de investigación y evaluación, y para facilitar la formación continua de los profesionales sanitarios con el objetivo de cuidar la salud de la población y de las comunidades» [3].
La telemedicina puede contribuir de forma eficaz a abordar muchos retos de los sistemas sanitarios actuales. A continuación, le mostramos algunos de los desafíos de la atención primaria, que afectan directamente al resto de niveles de la asistencia sanitaria: [4]
Cambios demográficos
Increase of chronic conditions
Falta de personal médico
Administración
La telemedicina presenta diversas formas y puede apoyar de manera eficaz las estructuras sanitarias existentes. A modo de ejemplo, estas son las formas de telemedicina disponibles en Alemania: [4]
Consultas con diversos profesionales médicos en línea. Se usan en la consulta general, la medicina de familia, la psicoterapia, etc.
Entre los ejemplos, se encuentran aplicaciones para monitorizar la frecuencia cardíaca, recordatorios de medicamentos y asistencia terapéutica.
Los pacientes, especialmente los que sufren afecciones crónicas, pueden ser monitorizados en casa. En este caso, se envían diversos datos (nivel de azúcar en sangre o presión arterial) de forma electrónica a los profesionales sanitarios.
Aplicaciones aprobadas por el Instituto Federal Alemán para Fármacos y Dispositivos Médicos (BfArM). Estas aplicaciones pueden estar prescritas por un profesional médico y cubiertas por la Seguridad Social del país.
Prescripciones electrónicas facilitadas al paciente para retirar medicamentos en la farmacia.
Un miembro del personal de enfermería de la consulta del médico de familia visita al paciente y envía los resultados de la medición de diagnóstico al médico de familia remoto.
Los sitios web y las aplicaciones con información médica, asesores y asistencia.
Las imágenes médicas y los resultados patológicos se envían a especialistas remotos para obtener un diagnóstico.
Un médico de teleurgencias (conocido en alemán como «Telenotarzt») es un profesional médico de urgencias con gran experiencia y una certificación adicional en medicina de teleurgencias. Estos profesionales consultan al equipo de emergencias de forma remota, que interpreta las constantes vitales que ha recibido en tiempo real y a través de la transmisión en vídeo en directo desde la ambulancia.
Al permitir consultas remotas y compartir datos de diagnóstico, la telemedicina ofrece un mejor acceso a la asistencia sanitaria y un excelente apoyo para los servicios de asistencia domiciliaria, lo que fomenta el bienestar psicológico, la mejora de la calidad de la atención y una mayor seguridad, especialmente para las personas de edad avanzada. Además, contribuye a una reducción de costes significativa al eliminar la necesidad de los gastos de desplazamiento y del personal de asistencia asociado a las visitas presenciales, al mismo tiempo que también disminuyen las tasas de hospitalización mediante mediciones de diagnóstico oportunas. Y, sobre todo, la telemedicina permite reducir el riesgo de transmisiones de enfermedades infecciosas que suelen ocurrir en entornos hospitalarios. Haga clic aquí para obtener una descripción detallada de estas ventajas.
La pandemia de la COVID-19 arrojó luz sobre las numerosas vulnerabilidades de incluso los sistemas sanitarios más avanzados. No obstante, estos retos también dieron impulso para una mayor expansión de la telemedicina. Aun así, el ritmo de la integración de los servicios de telemedicina en la práctica médica es relativamente lento, y tiene más éxito en unas áreas de la medicina que en otras. Haga clic aquí para conocer en detalle a qué se debe esto teniendo en cuenta los siguientes factores:
La telemedicina ofrece numerosas nuevas formas para que las personas puedan acceder a servicios médicos. Un importante paso ha sido su integración con las historias clínicas electrónicas (HCE), que ha dado lugar a una mejor accesibilidad y calidad de la asistencia sanitaria, beneficiando especialmente a los centros ambulatorios, los servicios de asistencia domiciliaria y las comunidades de áreas remotas. Haga clic aquí para obtener más información sobre:
Ventajas de la telemedicina en la atención ambulatoria:
Ventajas de las HCE en la atención ambulatoria:
El uso de la telemedicina varía considerablemente entre países. Por ejemplo, en la atención primaria de Alemania, la telemedicina puede utilizarse para consultas en vídeo con los pacientes, así como para la comunicación entre miembros del equipo médico:
Aspectos médicos en la comunicación con los pacientes [4]
Aspectos administrativos en la comunicación con los pacientes [4]
Comunicación entre el personal de enfermería y el médico de familia remoto
La teleconsulta entre pacientes y profesionales médicos tiene sus límites. Uno de ellos es la falta de herramientas y conocimientos de los pacientes para someterse a exámenes clínicos básicos. Si no es posible visitar la consulta del médico, el paciente puede recibir la visita domiciliaria de un miembro del personal de enfermería. Este profesional actúa como un puente entre el paciente y el profesional médico, llevando a cabo pruebas de diagnóstico sencillas, como tomar la presión arterial o realizar mediciones del ECG, y comunicando los resultados de medición al médico. Para leer más al respecto, haga clic aquí.
La telemedicina ofrece una variedad de ventajas tanto para los pacientes como para los profesionales médicos. En el caso de ciertas afecciones y campos médicos, ofrece la monitorización del paciente y exámenes eficaces, incluso sin contacto presencial. Sin embargo, también está condicionada por muchos retos. En parte, estos desafíos pueden abordarse con formas híbridas de exámenes presenciales e intercambio de datos de diagnóstico con un especialista o médico de atención primaria remoto. El eje de la telemedicina y su ventaja más importante deberían ser las historias clínicas electrónicas (HCE), en las que las mediciones de diagnóstico se almacenan automáticamente (lo que ahorra tiempo y evita errores de transcripción). De esta forma, los resultados de diagnóstico pueden compararse con los anteriores para obtener un diagnóstico y un tratamiento eficaces.
Existen nuevas soluciones de diagnóstico digitales en el mercado que integran HCE y, por tanto, ofrecen almacenamiento de datos automático. Además, ofrecen más flexibilidad a los profesionales sanitarios. En primer lugar, les permiten decidir si el paciente debería examinarse (en el centro médico o en casa). Y, en segundo lugar, les permiten compartir las mediciones de diagnóstico para consultarlas con especialistas o con la consulta del profesional médico remoto para obtener un diagnóstico y un tratamiento más rápidos.